Jericoacoara, Brasil. Octubre 2007.


El mejor viaje que hemos hecho en muuuucho tiempo, un lugar increible con un encanto especial, sin aceras ni alumbrado público, calles de arena, un pueblecito pequeño de pescadores con unas cuantas pousadas para alojar a los turistas.

Han sido unas vacaciones de las largas con viento todos los días para 3.9, algún día algo menos... una ola pequeña y larga, ideal para aprender a surfear.

Cuando llegamos a Fortaleza cogimos un 4x4 que nos llevó hasta Jeri, tarda unas 4 horas y la última media hora se hace por la playa rodeados de mar y dunas. Los días allí empezaban con un gran desayuno de frutas muy diferentes a las que estamos acostumbrados, con mucho sabor! y un café buenísimo, ideal para coger energía y pasarnos todo el día en el agua, algunos días una parada para comer algo, reponer fuerzas, y vuelta a navegar, hay que aprovechar! después de navegar tomábamos algo en la orilla de la playa, unos pinchos de pollo en cualquier puesto ambulante o unas cerves viendo las increibles puestas de sol. A veces no había fuerzas para mucho más, una cena y después peli en la posada y a dormir, otros días aún con algo de energía salíamos a tomar unas caipiriñas, eso si siempre en chanclas!!

Hemos conocido a mucha gente allí, gente estupenda de muchos sitios diferentes con la que hemos compartido muy buenos ratos y con la que esperamos coincidir muchas más ocasiones.