
Con la ilusión puesta en el día siguiente por el viento y las olas, nos fuimos pronto a dormir después una Superbock en un chiringo de playa, y después de echar un vistazo largo a esta luna tan grande, tan redonda y tan brillante.
Al día siguiente un desayuno potente, que iba a dar tiempo a gastarlo, y carretera hasta Viana. Al llegar allí nos encontramos con bastante gente, la marea perfect y unas olas de comic. Con 25 nudos soplando no era cuestión de perder el tiempo. Un día de los de recordar, lleno de giros y girazos, y de me has visto?!, me has visto?! :-) Me encanta Portugal. Acabamos cenando todos en el Acuario, viendo fotos y comentando la sesión, hasta que alguien vio la previ: "¿¿Habéis visto San Jorge???" Camareeeeero, la cuentaaaa!!
Los más perezosos nos quedamos a dormir en Viana, el resto repartidos en las gasolineras entre Viana y San Jorge. Ya veremos si la realidad está a la altura de las expectativas.