Agosto 2012 - Mauricio V

Última semana en Mauricio. Los días pasan y cuanto más tiempo llevamos aquí más lo disfrutamos. La primera semana fue un poco de aclimatación. El spot es algo peculiar, y necesitábamos también adaptación al entorno, pero ya estamos mimetizados. Lástima que nos vamos pronto.
Un día normal comienza sobre las 7:00am. Se despierta la peque y nos pone en marcha. Desayuno fuerte, tostadas, cereales, zumo, un sándwich  y a la playa. La mayor parte de los días llueve unos minutos, sale el sol, vuelve a llover... así hasta que abre el día.


Cogemos el pickup que lo dejamos cargado y nos vamos a Le Morne. Montamos 4.7 y 5.2 y esperamos a que suba el viento. Mientras las típicas charlas de playa, que si ayer Little Reef estuvo bien, que si no se quien partió un palo, que si el quad que si el single... 
Las sesiones tempraneras son buenas, con poca gente y el mar poco movido. Un par de largos hasta little reef para ceñir dentro de la laguna y rumbo a Manawa. En unos 10 minutos llegas al pico. A lo lejos se ve Chamoix y One eye.
Para comer hay dos o tres puestos con noodles chinos, bocadillos y fruta, que devoramos en la playa a sotavento. Allí el viento no sopla, se está al resguardo y parece el caribe.
Por la tarde otra sesión más hasta las 16:30.







Hemos tenido un par de días grandes, memorables (por lo que dicen aquí no muy grandes) y estaban saliendo olas de palo y medio o algo más. Aunque pueda parecer enorme, es una ola facilona y asequible. Han sido días de sensaciones fuertes y mucho disfrute. Meterse en la ola, ver como crece, esperar a que empiece a levantar y dar tres giros sobre una superficie de cristal, te da un subidón de euforia. Cada vez apuras más, le das más en el pico y casi siempre sales bien, pero la bajada desde arriba con buen tamaño es una sensación nueva cargada de adrenalina. Es una cuesta abajo a toda velocidad trazada con la precisión de un compás para cambiar el peso justo arriba donde la ola te tira de nuevo para abajo y otra vez a empezar. Manawa levanta una segunda sección que con velocidad y anticipación se puede enganchar.  En cambio One Eye con un tercio de tamaño da miedo.
Hace un par de días que estaba pequeño bajamos a One Eye. Ya describiré con más detalle la ola.

A partir de las 16:30 bajamos a Little Reef, a practicar con viendo side o incluso un poco on. El barco se ha ido y hay que mantenerse dentro.
A las cinco y media salimos para recoger y ver el atardecer de un sol grande que se esconde en el mar. A las seis ya es de noche, 10 minutos de coche hasta casa, cena con amigos para comentar el día y a la cama.
Cada día que pasa nos hacemos más al sitio. No sé si será suerte o estadística, pero lo cierto es que no he visto ningún sitio con la consistencia de viento y olas como este.



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